2 Corintios 1:1-2
Cuando escuchamos la palabra ’santo‘ viene a nuestra mente quizá la imagen de alguna escultura que vimos en algún altar, o pensamos en alguna persona ejemplar que vivió hace años, o ser humano extraordinario que cuando camina lo hace sin tocar el piso.
En realidad ¿Qué es ser santo? Los versículos 2 y 3 de la primera carta a los corintios el remitente se dirige a los destinatarios de la siguiente manera: “Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro”
Empecemos viendo lo que no es ser santo de acuerdo a la biblia. En primer lugar ‘santo’, no es un hombre con capa larga y mascara plateada que lucha en un cuadrilátero, eso no es santo según la biblia. Tampoco es una persona perfecta, no se refiere alguien que no comete pecados o es en extremo buena. Santo no es santurrón, ni quien se da golpes de pecho afirmando que es mejor que los demás, eso no es ser santo según Dios. Tampoco encontramos en la biblia que los santos lleguen a ese grado después de pasar un proceso de escrutinio por un equipo de mortales. La biblia no exige como requisito hacer milagros para ser santo.
Entonces, ¿Que es un santo? O ¿Quien es un santo? El apóstol Pablo dirige esta carta a la congregación o iglesia local que estaba en Corinto, iglesia quiere decir un grupo de personas, a toda esa congregación les llama santos. Si vemos otras referencias de esta palabra, la mayoría de veces se usa para dirigirse a los congregantes, en la biblia normalmente no se usa la palabra santo par nombrar a los apóstoles o los lideres religiosos, mas bien a la tropa, a los congregantes.
¿Qué es ser santo? La palabra santo quiere decir apartado, dice Pablo que los llamados a ser santos son los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, es decir, cualquier pecador arrepentido que ya clamó por perdón de pecados y ha comenzado una nueva vida por medio de Cristo, pasa a formar parte del equipo de Dios, el Señor lo aparta para que deje el equipo del mal y se integre al equipo de Jesús. ¿Se dan cuenta? Si Dios ya te apartó por medio de Jesucristo para estar de su lado, pues ya eres santo (apartado)
Conclusiones:
• Podemos ser santos en el sentido bíblico. Cada día podemos ser más apartados del mal, es decir cada vez más santos.
• Santificarse no es resultado de nuestros esfuerzos, ni de sudar la gota gorda por portarnos bien, o vivir una vida reprimida y aburrida; es permitir que el Espíritu Santo de Dios vaya transformando nuestro carácter, limpiando cada área de nuestra vida, recibiendo a través de Él verdadero gozo y verdadera paz.
TRANSFORMADOS PARA SERVIR
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