1 Corintios 4
“¿Quién ha dicho que tú eres mejor que los demás? Todo lo que tienes, Dios te lo ha dado. Entonces, ¿por qué presumes como si lo hubieras conseguido tú mismo?” V7 LPDPT
Usted disculpe si se sintió aludido con estas palabras, la verdad es que no le sé algo, ni le hablo al tanteo, solo transcribí un versículo que me tocó leer hoy en la primera carta de Pablo a los Corintios capítulo 4, versículo 7, las líneas son de la versión La Palabra de Dios Para Todos (LPDPT). Por mi parte, he subrayado este versículo en mi biblia y le he puesto asteriscos, pues será una excelente pastilla de ‘ubicatex’ si llegado el momento comienzo a perder el piso y me empiezo a marear por haber escalado quizá el último piso del ladrillo de mis logros momentáneos.
¿Ante esta exhortación, qué más puedo comentar? La enseñanza es contundente, clara y directa. Pero como me sobra espacio, comentaré algo más al respecto. La palabras de este versículo 7 tuvieron dedicatoria, fueron dirigidas a los líderes religiosos precisamente de la iglesia de Corinto, a quienes no solo les escribe lo que ya leímos, sino que añade: “Ustedes se creen que ya tienen todo lo que necesitan, que ya se han vuelto muy ricos, y que gobiernan como reyes sin nuestra ayuda. Qué bueno sería si en verdad fueran reyes para que pudiéramos gobernar con ustedes.” V.8
Recordemos que en ese entonces, Pablo era un gran personaje, era judío, pertenecía al selecto grupo de los fariseos, tenía la muy codiciada ciudadanía romana, había fundado muchas iglesias en muchas partes del mundo, había estudiado con los mejores maestros de Jerusalén y muchas cosas más tenia en su currículum, pero lo más sorprendente es que no presumía como aquellos que apenitas comenzaban a dirigir.
Parece ser que algunos de los líderes de la iglesia de Corinto se sentían muy orgullosos de su posición, se sentían jefes y procuraban recibir honores; pero Pablo con un gran sentido del humor mordaz los pone en su lugar, en pocas palabras les dice algo asi: “Mijitos” qué bueno que ustedes son reyes, porque nosotros los apóstoles somos siervos; que bueno que son muy inteligentes, pues a nosotros nos consideran tontos y les sigue tundiendo duro con frases por el estilo; que si hubiéramos estado presentes cuando se dio lectura a esta parte de la carta, veríamos agachar la cabeza y ruborizarse a más de uno.
Reflexionemos:
• Hay gente muy admirable por sus capacidades, su obra, o sus logros, pero lo que mas los agiganta es su sencillez y humildad. En cambio hay quienes apenas alcanzan subir un escaloncito y ya transpiran soberbia y arrogancia. ¿De cuales somos?
• El liderazgo al estilo de Jesús se ejerce con un auténtico espíritu de servicio y con humildad, esto aplica en todos los ámbitos del quehacer humano, pero debiéramos procurarlo más los que ejercemos un liderazgo espiritual.
• “Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.” V1-2
TRANSFORMADOS PARA SERVIR
JOSIAS I.G.G.
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