1a Corintios 3
¿Alguna vez les ha tocado ver a una persona joven o adulta haciendo ‘panchos’ como un niño de 3 años? Posiblemente no nos ha tocado ver eso porque no podemos vernos a nosotros mismos. Al respecto, quiero comentarles que leí un libro de un autor muy respetable que basa su terapia en detectar la edad emocional de su paciente, para luego aplicar un tratamiento de acuerdo a esa edad, hasta desarrollar una madurez emocional que corresponda con la edad biológica de la persona en tratamiento; frecuentemente ha iniciado tratamiento abordando aspectos que corresponden a 3 años emocionales en pacientes de más de 25 años de edad.
Esto nos hace pensar que existe muchas veces desfasamiento en nuestro crecimiento integral, lo deseable es que nos desarrollemos con armonía en todas las áreas de su vida, que nuestra edad biológica vaya a la par con nuestra edad emocional y estas a su vez crezcan al mismo ritmo que nuestro desarrollo mental y espiritual. -¿Espiritual? ¿Dijiste espiritual Jos?- Sí, dije espiritual.
El apóstol Pablo en este capítulo usó dos metáforas para ejemplificar que existe un desarrollo espiritual además del físico, la primera metáfora fue comparar el alimento que consumimos en las etapas del desarrollo biológico con el alimento espiritual que corresponde a diferentes fases de crecimiento espiritual, es decir manifiesta que hay leche espiritual para niños espirituales y viandas o alimento sólido para los adultos espirituales.
La segunda metáfora que utiliza es comparar a nuestra vida espiritual con un edificio: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. […] ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” V.10-16
En conclusión:
• No nos quedemos tomando leche espiritual toda la vida o teniendo una casa espiritual hasta los cimientos o una casa miserable
• Solo hay unos cimientos que pueden soportar una edificación espiritual contra toda prueba, Pablo afirma que es Jesucristo, no hay otro fundamento, acéptalo como fundamento para construir tu vida.
• Si ya aceptaste a Cristo, ya tienes los cimientos, ya tienes vida eterna, nadie te la quitará, pero te toca edificar, tu decides que tipo de casa quieres y que materiales le vas a meter.
• El cuerpo es nuestra casa temporal en este mundo, pero la casa espiritual es eterna, en ella viviremos por la eternidad.
TRANSFORMADOS PARA SERVIR
JOSIAS I.G.G.
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