1 Corintios 5
‘Dios, entiendo, pero no comprendo’. Eso decía a Dios ayer cuando quise darle una adelantadita al capítulo que hoy meditaría, decía ‘Señor, ¿Por qué si eres un Dios de amor y la iglesia una comunidad para restaurar vidas e impartir ese amor, ordenas que en algunos casos debemos expulsar a un miembro?’
Las cartas de Pablo a los corintios tienen como sus objetivos principales corregir aspectos pecaminosos que había en la iglesia, tales como divisiones, falta de madurez y orgullo entre otros, en este capítulo Pablo aborda frontalmente un caso de fornicación incestuosa practicado por uno de los miembros de la iglesia y tolerado por esta comunidad de fe; esta persona vivía con la mujer de su padre, o sea su madrastra. Ante esto, Pablo cuestiona porque no habían aplicado la medida correctiva: “¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?” V2.
¿En que consistía la medida disciplinaria? En quitarle la comunión de la iglesia, la membresía. Esto quiere decir que si el susodicho tenía algún encargo o comisión se le debería destituir, consistía también en dejar de visitarlo y dejar de recibirlo en casa de los miembros, o sea abstenerse de socializar con él. ¡Que fuerte disciplina! Pareciera muy drástica, pero seguramente Pablo les había explicado que este era el último recurso a seguir después de haber aplicado el procedimiento que recomendó Jesús para exhortar a un miembro, en primer lugar se hace en privado, si no se arrepiente, pasar a los siguientes pasos sucesivamente, hasta agotar el último intento, hasta entonces aplica la separación.
¿Que objetivo tenía? En primero lugar producir arrepentimiento, era la otra oportunidad para que corrigiera su conducta, con esto se esperaba que al sentirse lejos de la bendición, cobijo y compañerismo de la iglesia pudiera recapacitar. En segundo lugar, se buscaba proteger al resto de los miembros, Pablo dice: ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? V6 Además agrega que esto aplica para otros pecados aparte de la fornicación, como son la avaricia, la idolatría, la maledicencia y la borrachera.
¿No es esto discriminatorio? No, Pablo aclara que esto aplica para los que afirman haber tenido un encuentro con Cristo, que dicen que experimentaron un cambio de vida pero sus hechos muestran lo contrario y aun mas, se niegan a arrepentirse de su pecado, estos que una vez aceptaron ser miembros de una congregación, por lo que deberán seguir los estatutos de esa comunidad de fe y someterse a la disciplina que se aplique. No se refiere a quienes no han conocido el poder transformador de Cristo, que andan en esclavitud y sufrimiento por el pecado fuera de una congregación de miembros regenerados, con ellos, con los de afuera hay que convivir para contagiarles la vida sana que Dios nos va dando.
Conclusiones:
• Esto no es una exageración, el pecado es un asunto serio, altamente dañino y contagioso, destruye vidas, familias y a la sociedad, tan devastador es que tuvo que venir el mismo hijo de Dios a combatirlo. Si esto es verdad, entonces tarde o temprano valdrá la pena cortar relaciones enfermizas para establecer nuevas y sanas relaciones.
• Parecería una utopía la existencia de una comunidad de fe donde sus miembros van superando los pecados de fornicación, avaricia, idolatría, maledicencia, borrachera otros por el estilo, pero no es un sueño guajiro ¡Ese es el diseño de Cristo para su iglesia! ¡Una iglesia victoriosa sobre el pecado! Porque si solo se trata de juntarse de vez en vez y hacerse tontos, solo practicando religiosidad dándose golpes de pecho como santurrones ¡Que flojera!
• Pero si se trata de ir formando una nueva generación de hombres y mujeres trasformados, regenerados, arrepentidos que crean que se puede ser feliz recibiendo día a día la gracia sanadora de Jesús, pues entonces si le entro, es mas ya le entré. También tú éntrale, busca una comunidad de fe así y empieza a vivir la vida abundante.
TRANSFORMADOS PARA SERVIR
JOSÍAS I.G.G
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